Daisy Valera

A veces soy cubana

Cuba. Labana. Son lugares que regresan como pulsos a mi vida; por accidentes que nunca ando buscando. Dice un amigo que ya perdí hasta el acento y ahora hablo como mexicana de un futuro “mundo globalizado”, exagera.

Retrato de una parálisis

Creo que dentro del cine cubano ya fue superado el momento de mostrar la decadencia estética de la capital. Ya el escenario en ruinas no es un llamado de atención, es sencillamente la escenografía cotidiana donde transcurre la vida de los personajes, de las personas.

La torta cubana de México

La torta de México, especie de big size sandwich, es una comida multicultural. Por eso encontramos la “torta española” con jamón serrano, la “torta francesa” con quesos de Oaxaca y finalmente la “torta cubana”; la mejor, la más cara.

A 1782 km de La Habana

Llegué a México el pasado 26 de julio. Quería escapar de la falta de papel higiénico, de la cola de los huevos, del café mezclado con chícharos, de la Seguridad del Estado, de la oficina en la que había tenido que pasar el último año de servicio social, del calor.

Fábrica de Arte Cubano: para el consumo poético

Llego a la puerta de la Fábrica de Arte Cubano cuando deja de ser noticia y lleva cuatro meses en funcionamiento. Alguien de más de 1,80 metros me interpela: ¿dígame? Y no quiero decirle nada a estos 20 centímetros de distancia porque su pregunta me devuelve la sensación típica de la visita a establecimientos estatales; me siento intrusa y desautorizada.

Barrio amarillo clarito

El primer contacto que tuve con la cultura china fue mediante un amigo de la infancia, Javier. El chinito invitaba a los niños del barrio a su apartamento y hacia que su abuelo comenzara a leer periódicos viejos; y claro que la lectura era en chino, de otra forma no hubiese sido tan divertido la experiencia.